Acerca del Proyecto

Observatorio se presenta como una escultura pública de dinámicas naturales que invita al paseante a detenerse, observar y reflexionar sobre nuestro lugar en el universo y su evolución en el tiempo. Se encuentra ubicado en el sector poniente del Aeropuerto de Arturo Merino Benítez en la ciudad de Santiago.

La instalación se compone de una cúpula de 4,88 metros de diámetro y 2,70 m de altura (al punto más alto de la esfera) estructurada por arcos de acero, los cuales funcionan como vigas. Los arcos, unidos y solapados reducen su tamaño de forma escalada para formar una semiesfera cerrada con una única entrada y salida. Esta pieza alberga un espacio interior que invita al visitante a sentarse, descansar, observar y reflexionar. Este lugar interior, propio de la escultura, además de aislar parcialmente el ruido exterior, otorga sombra durante todo el día.

En la cubierta de metal se encuentran tres perforaciones de dimensiones diferentes, recubiertas con tubos de bronce dispuestas en la sección superior de la cúpula. Dichas perforaciones están orientadas a los solsticios de invierno y verano (21 de junio y 21 de diciembre), y los equinoccios de primavera y otoño (21 de septiembre y 21 de marzo).

Aeropuerto Arturo Merino Benítez.

El Aeropuerto Arturo Merino Benítez es el principal aeropuerto de Chile ubicado al noreste de la ciudad de Santiago, en la comuna de Pudahuel.

El aeropuerto es un lugar de tránsito y encuentro, pero también de exploración. Un símbolo de la búsqueda humana de alcanzar horizontes cada vez más lejanos. Chile es un país astronómico por condiciones únicas, reconocidas internacionalmente, que han dado lugar a proyectos de observación
astral en los que Chile abre una ventana hacia el universo.

Este universo que reconocemos como el siguiente horizonte a ser alcanzado, nos es lejano en el día a día, tanto como el lugar que ocupamos en él. Podemos observar la caída del sol cada día, pero poca conciencia tenemos respecto de las órbitas que rigen nuestra interacción con él y los cambios de éstas en el tiempo. La posibilidad de visibilizar esto de forma simple e interactiva abre un espacio dinámico y de interacción con la principal estrella de nuestro sistema, recordando de esta forma, que somos parte de un conjunto de planetas en órbita continua.

Nuestro Sol

El Sol es la estrella más cercana a nuestro planeta. Tiene un diámetro aproximado de 1,4 millones de kilómetros. Su tamaño respecto a la Tierra es tan grande que más de un millón de tierras podrían alojarse en su interior. 

La enorme cantidad de energía que irradia proviene de su centro o núcleo en donde se transforma la materia en energía. Esto sucede gracias a que en el núcleo del Sol, la presión es más de mil veces la de la atmósfera terrestre, la densidad es 160 veces la del agua y la temperatura es de alrededor de 16 millones de grados centígrados.

En el núcleo del Sol, se producen reacciones de fusión en las que el hidrógeno se transforma en helio, lo que genera energía. Se calcula que en el interior del Sol cada segundo se transforman más de cuatro millones de toneladas de materia en energía. La energía resultante de las reacciones termonucleares viaja desde el centro hasta la superficie del Sol, donde es radiada en forma de luz al espacio circundante. La Tierra intercepta una pequeña cantidad de este enorme flujo de energía.

Alcanza una temperatura de 5500 grados centígrados en la superficie y más de 15,5 millones de grados centígrados en su núcleo. Un análisis de su composición en función de su masa establece que contiene un 71% de Hidrógeno, un 27% Helio, y un 2% de otros elementos más pesados (Ver tabla 1). Debido a que el Sol es gas y plasma, su rotación cambia con la latitud: un periodo de 24 días en el ecuador y cerca de 36 días en los polos. 

Es fundamental para la vida en nuestro planeta, ya que es la principal fuente de energía (calor y luz). La energía solar permite que se produzcan ciertas reacciones químicas en los organismos vivos de la tierra, que permiten el crecimiento y desarrollo de los animales (incluyendo al ser humano) y de las plantas. Uno de estos procesos primordiales es la fotosíntesis en las plantas que hace posible la existencia de alimentos para otras especies y el oxígeno en la atmósfera terrestre..

Helio

La palabra Helio proviene del griego “Helios” que significa Sol. Es el segundo elemento químico más abundante en el universo observable después del hidrógeno. Este gas se forma a partir del hidrógeno en el interior de las estrellas en procesos de fusión nuclear, es decir a través del choque de dos átomos de hidrógeno a altas presiones y temperaturas, formando una molécula de Helio. Este proceso libera grandes cantidades de energía en forma de luz y temperatura, tan fuertes que las emisiones liberadas por el sol alcanzan a llegar a la Tierra.

Cada segundo se convierten 700 millones de toneladas de Hidrógeno en Helio. En este proceso se liberan 5 millones de toneladas de materia en forma de energía. Así, el Sol pierde cada año cerca de 160 billones de toneladas y en su interior se consumen alrededor de 22 mil billones de toneladas de hidrógeno. 

A su vez, el helio constituye la base a partir de la cual las estrellas conforman el carbono, el oxígeno, y muchos otros elementos químicos. 

La primera evidencia de la existencia del helio se observó el 18 de agosto de 1868 como una línea brillante de color amarillo con una longitud de 587,49 nanómetros en el espectro de la cromosfera del Sol. La línea fue detectada por el astrónomo francés Pierre Janssen durante un eclipse solar total en Guntur, India.

Equinoccios

Equinoccio proviene del latin y significa “noche igual” lo que hace referencia a que durante este evento el día y la noche tienen una duración aproximadamente 12 horas cada uno. siendo igual para ambos hemisferios terrestres.

Nuestro planeta orbita normalmente alrededor del sol con una inclinación de 23,5 grados, lo que significa que los hemisferios se intercambian para recibir más calor del sol. Dos veces al año, la órbita de la Tierra y su inclinación axial se combinan para que el sol se sitúe justo por encima del Ecuador de la Tierra, trazando la línea divisoria entre las partes claras y oscuras del planeta a través de los polos norte y sur.

Este suceso ocurre dos veces por año y representan el instante (o la fecha) en la que suceden los cambios estacionales. Para el hemisferio sur, el equinoccio de otoño ocurre entre el 20 y el 24 de marzo. Y entre el 22 y el 23 de septiembre ocurre el equinoccio de primavera. 

Las diferentes culturas han seguido los equinoccios de diferentes maneras a lo largo del tiempo. Desde monumentos, como las pirámides, pasando por grabados en piedra que actuaban como calendarios, hasta iglesias que incorporaban el sol en su arquitectura, las civilizaciones marcaban el paso del sol y las estaciones con gran precisión. Los equinoccios pueden ser muy importantes también para los animales, pues representan los momentos en que los días comienzan a ser más largos o más cortos, lo que provoca cambios en los ciclos circadianos de algunas especies. Por ejemplo los pájaras 

La Tierra no es el único planeta que experimenta equinoccios: todos los planetas de nuestro sistema solar los tienen. En 2009, la sonda Cassini en órbita alrededor de Saturno captó un equinoccio en el planeta famoso por sus anillos. Al igual que en la Tierra, los equinoccios se producen cada medio año en Saturno, pero eso equivale a 15 años en la Tierra, lo que hace que la sesión fotográfica de Cassini sea un acontecimiento único.

Solsticio de invierno

La palabra Solsticio viene del latín y significa “sol quieto” ya que durante varios días durante invierno la altura mínima en el cielo parece mantenerse constante. Es lo que marca el solsticio solsticio de invierno.

Astronómicamente, los solsticios ocurren debido a la inclinación del eje terrestre de rotación respecto al plano  que forma la órbita de la Tierra (plano también llamado la eclíptica) en su traslación en torno al Sol (plano también llamado “eclíptica”)l. Si esta inclinación fuera cero, entonces desde un lugar dado en la Tierra veríamos al sol salir por el mismo lugar en el este, y ponerse al oeste en el mismo punto todos los amaneceres y todos los atardeceres, respectivamente. Y cada día de los 365 días del año, veríamos que el Sol llega siempre a la misma elevación máxima en el cielo, que estaría relacionada únicamente a la latitud del lugar. Sin embargo, al formar la eclíptica con el eje rotación terrestre unos 23.4 grados, la elevación máxima que alcanza el Sol cada día del año varía. Si uno mide cuidadosamente cada día la elevación máxima que alcanza el Sol, podrá comprobar que hay una elevación máxima que alcanza el Sol en el cielo un día en particular cada año.

El momento en el cual el Sol alcanza la elevación mínima visto desde un punto dado del hemisferio sur, decimos que es el inicio del invierno en el hemisferio sur y en ese momento comienza el verano en el hemisferio norte.

El solsticio de invierno también se celebra. El 24 de junio, a tiempo para el solsticio de invierno del hemisferio sur, el imperio incaico celebraba Inti Raymi, un festival que conmemoraba al poderoso dios sol de la religión incaica, Inti y celebraba el año nuevo incaico. El festival todavía se celebra en los Andes y desde 1.944 se ha escenificado una reconstrucción del Inti Raymi en Cuzco, Perú, a apenas tres kilómetros del hogar del imperio incaico.

La tierra no es el único planeta con solsticios y equinoccios, cualquier planeta con eje de rotación los tiene.

Fuentes: 

Solsticio de verano

La palabra Solsticio viene del latín y significa “sol quieto” ya que durante varios días durante verano la altura máxima en el cielo parece mantenerse constante. En realidad, la elevación aparente máxima del sol en el cielo es lo que marca el solsticio de verano.

Astronómicamente, los solsticios ocurren debido a la inclinación del eje terrestre de rotación respecto al plano  que forma la órbita de la Tierra en su traslación en torno al Sol (plano también llamado “eclíptica”)l. Si esta inclinación fuera cero, entonces desde un lugar dado en la Tierra veríamos al sol salir por el mismo lugar en el este, y ponerse al oeste en el mismo punto todos los amaneceres y todos los atardeceres, respectivamente. Y cada día de los 365 días del año, veríamos que el Sol llega siempre a la misma elevación máxima en el cielo, que estaría relacionada únicamente a la latitud del lugar. Sin embargo, al formar la eclíptica con el eje rotación terrestre unos 23.4 grados, la elevación máxima que alcanza el Sol cada día del año varía. Si uno mide cuidadosamente cada día la elevación máxima que alcanza el Sol, podrá comprobar que hay una elevación máxima que alcanza el Sol en el cielo un día en particular cada año. El momento en el cual el Sol alcanza la elevación máxima visto desde un punto dado del hemisferio sur, decimos que es el inicio del verano en el hemisferio sur. Visto el Sol en este momento desde algún lugar del hemisferio norte, sería el comienzo del invierno. 

El solsticio de verano ha sido importante en las distintas culturas con celebraciones, rituales marcando el fin del frío, la escasez y el inicio del verano, la abundancia, cosecha y bienestar.  

Por ejemplo, Stonehenge, monumento de 5000 años de antigüedad tiene una relación especial con los solsticios. En el solsticio de verano, la Heel Stone del complejo, que se encuentra fuera del círculo de piedra, se alinea con el sol naciente.En Egipto, las Grandes Pirámides de Guiza también parecen estar alineadas con el Sol. Cuando se ven desde la Esfinge, el Sol se pone entre las pirámides de Keops y Kefrén durante el solsticio de verano.

Equipo

Diseño proyecto – Arte – Arqueoastronomía

Claudia Müller Montes


Constanza Cuevas

Bryan Harting

Arquitectura

Häc

Ingeniería

Andrés Larrain

Consultor astronómico

Gaspar Galaz

Desarrollo web

Francisca Medina

Asistencia de proyecto

Diego Silva